Mil
veces repetí en el último tiempo que mi sueño era retirarme como NC con
un buena actuación en el Mundial Adulto 2018 utilizando buena parte de
los jugadores que formaron pare del proceso desde nuestras primeras U21.
Esa era mi ilusión, una que terminó demasiado mal considerando el
trabajo que invertimos en intentar consolidar al equipo. Las razones del
fracaso son múltiples, la culpa es compartida, pero en los malos
momentos la cara siempre tiene que estar visible y aquí está. Tal como
caracterizó todo el proceso anterior, el responsable de las buenas y
malas decisiones soy yo. Nada más que decir, sólo analizar un poco los
lamentables resultados que cerraron mi ciclo como NC.
Para el
debut en el evento decidimos utilizar la única formación -y por ende la
única táctica- que nos había dado verdaderos resultados en los partidos
previos, al menos frente a selecciones importantes. Ante Dinamarca
salimos a la cancha con extremos línea de 5 y un 9, el único que nos
daba la suficiente confianza según sus estadísticas dentro del equipo.
Lo hicimos aun sabiendo que varios de los elegidos tenían serias
falencias en algunas secundarias incluyendo imitaciones en pases largos.
Sin embargo, necesitábamos jugadores con principales lo bastante
desarrolladas como para enfrentar un desafío semejante. En los duelos
previos las falacias defensivas fueron disimuladas por el poder de
fuego.
La
apuesta salió mal. Dinamarca tuvo más la pelota pero incluso así
podíamos hacer algo si éramos tan eficientes arriba como esperábamos.
Pero no sucedió. El equipo estuvo especialmente errático, el extremo
entró poco en juego y cuando lo hizo mostró su peor cara, una que no le
conocíamos. Co Delpiano entrando poco en juego las cosas se ponían
cuesta arriba, sobre todo por la inusual efectividad de la táctica
contraria. Al final nos comimos una boleta inesperada que nos dejó
contra las cuerdas. Mala cosa, muy mala.
La
derrota anterior nos movió el piso pero no lo suficiente como para
cambiar las convicciones. Tras analizar varias opciones y pensando en
que pocos apostarían por la misma formación luego de una derrota
decidimos repetir la fórmula. Y no estamos arrepentidos. Mirando las
estadísticas veremos que Chi fue superior en todos los aspectos menos
uno, esa efectividad que era nuestra mejor arma previa. tuvimos más la
pelota y llegamos más pero terminamos cosechando una derrota injusta que
nos cerró las puertas del sueño. Otra vez Amancio Delpiano, nuestro
delantero delantero, se mostró dubitativo y sus intentos fueron siempre
manoteados por el portero rival. Mucha más efectividad en los pases,
buen quite, varias llegadas, sólo un portero con de Patri, que a la
larga fue el que más mostró considerando que fue el último en sumarse...
¿Táctica equivocada? Personalmente no lo creo, mala suerte, para mi sí.
Otra obra maestra del SIM.
Para
el último partido, ya eliminados y de puro "picados" repetimos la
fórmula. Otra vez dominamos, otra vez llegamos más, otra vez sucumbimos
ante la real diferencia entre nuestros jugadores y los rivales. Esta vez
el infortunio incluyó un autogol cuando el partido estaba parejo y
buscábamos el empate. Cosas que pasan dicen algunos, cosas que siempre
nos pasaron a nosotros, agregaría yo.
Al final y por primera vez
desde que asumimos -incluyendo las 8 clasificaciones consecutivas-
quedamos en el último lugar de un grupo. Lamentable, impresentable pero
real y consecuente con lo que tuvimos a mano.
Tras la fase grupal y el sorteo quedó listo e cuadro con los 16 equipos que siguen en competencia:
Palabras
al cierre para presentar mis disculpas por semejante despedida. Así es
la vida, no todos los sueños se cumplen, algunos permanecerán siendo
sólo eso, un sueño. Un gran abrazo para todos y agradecimientos
infinitos por la posibilidad que me dieron como NC. Gracias totales!!!!!