DISPARANDO CON BALA
Feliz "Spain is different"
Cuando estamos llegando al final de un año, pasada la Nochebuena y la Navidad. Cuando los regalos dejados por Papá Noel ya están siendo los protagonistas en muchos de los hogares y ya se espera la llegada de los Reyes Magos, cuando la ingesta excesiva de turrones y de cava nos ha dejado a todos con algún kilito de más, el fútbol está de vacaciones.
En Inglaterra, a diferencia de España, no. Ellos celebran partidos de liga para que sus aficiones en estos días festivos puedan acudir en masa a los partidos, puedan ver a sus ídolos deportivos con la tranquilidad de no trabajar al día siguiente. Pero en nuestro país no sucede eso. Es preferible lapidar las ilusiones de los más pequeños y no tan pequeños con un partido un lunes a las 10 de la noche. ¡Malditas televisiones!
Es preferible el vil metal que proporcionan las televisiones que la felicidad de unos pocos aficionados, que al fin y al cabo son los que espolean al equipo todas las semanas, los que sufren con sus derrotas o se alegran con una victoria sufrida ante uno de los grandes. ¡Esto es un negocio donde las aficiones no importamos y no contamos!
Cuando hace años el fútbol se veía sólo en la primera cadena, y a cuentagotas nos quejábamos. Cuando los partidos eran a las 4 de la tarde nos quejábamos de que nos habían fastidiado la siesta... somos españoles y la siesta es sagrada. Cuando una entrada nos cuesta como el salario mínimo no nos quejamos, cuando el partido es casi anocheciendo y al día siguiente se trabaja nos da lo mismo. ¡Cómo hemos cambiado!
La de cosas que teníamos que aprender de los europeos. Pero como dice el aforismo, "Spain is different"... y para una vez que somos diferentes ganamos dos Eurocopas y un Mundial. Ahora que todos nos querían imitar, nosotros cambiamos a peor (Véase el Mundial de Brasil). Sí que somos diferentes... incluso la gente normal es diferente, a ojos de cualquier ciudadano europeo.
El tiki-taka, los jugones, los bajitos ya no es válido, ya no es la luz que nos guía. ¿Cuánto tardará en volver la furia roja? ¿Cuánto tardará en volver a nuestro labios la frase de jugamos como nunca y perdimos como siempre?
Me parece que tiempo al tiempo, que es el único juez que quita y da razones. Dentro de unas décadas recordaremos estos gloriosos años, lo mismo que nuestros abuelos recordaban la victoria en la Eurocopa frente a la URSS, con el gol de Marcelino en los años 60. Seremos simples contadores de historias, felices de ver el gol de Iniesta en Sudáfrica, de haber visto jugar a Cristiano, Maradona o Messi, o de conocer de memoria la alineación del Barça de Pep Guardiola. Serán las historias de la mili que algunos nunca hicieron, y otros ni sabrán que es la mili. Unas historias de jubilados apoyados en una valla mirando una obra.
Las historias del "abuelo Cebolleta", esas interminables y pesadas charlas, esas que año tras año aumentamos y corregimos para adaptarlas, y que de paso no se parezcan lo más mínimo a la realidad. Porque somos diferentes... y mucho.
Cómo echo de menos esos partidos en la calle. En esas calles casi sin coches, a veces sin aceras y como único público la luna en lo alto del cielo. Esos partidos en el patio del colegio, pares contra impares, con 300 jugadores y 20 balones, pero todos sabíamos cuál era nuestro balón y cuales eran los rivales. Eso era deporte, eso era diversión. Ahora todo aquello es un espectáculo global que genera millones de euros. Una pena que nuestros hijos ya no lo conozcan... y no se diviertan como nosotros lo hicimos.
Un saludo,
