Se
acabó, no da para más. Si bien hace tiempo venía "estirando el chicle"
los últimos acontecimientos terminaron por convencerme. Mi larga estadía
en MZ llega a su fin, por lo menos en términos activos. Se baja la
cortina junto con la presente temporada. No, no hay manera de que
alguien o algo me haga cambiar de parecer.
Por un lado mi vida
personal me tiene contra las cuerdas. Por el otro está la
sobreexposición y saturación que significaron estos cuatro períodos a
cargo de las selecciones nacionales. Del primer ítem poco quiero
comentar, sólo diré que atravieso por un pésimo momento marcado por una
nueva ruptura sentimental y una extensa inestabilidad económica que no
me deja respirar en paz. Para colmo, viviendo de allegado en casa de un
amigo y lejos de mi hijo. Lo anterior no sólo me tiene agotado sino muy
agobiado. En este minuto lo que menos quiero es pelear contra un SIM
pelotudo que no da respuestas al trabajo salvo por su acostumbrada
aleatoriedad en los momentos claves. Quizás para otros managers basta
con elegir una táctica por temporada y dejar el equipo a su suerte. Para
mi eso no sirve, lo que hoy me funciona en dos semanas "da jugo". Así
las cosas sencillamente no tengo tiempo para seguir jugando contra el
juego.
Del segundo ítem se desprende una desmotivación difícil de
superar. Paré un buen equipo adulto para desafiar a la selección y al
poco andar me di cuenta de que mientras más armaba mi cuadro más
problemas encontraba en La Roja. Es difícil de entender que en nuestros
equipos tengamos mejores jugadores que los citables para Chile. Creo que
el exceso de extranjeros mató las canteras locales y disimula un poco
lo limitado de nuestras nuevas generaciones. Me cansé de planificar con
tan poco a mano y, por sobre todo, de que los partidos importantes se
definan según como se levante el simulador. Otra dato que me tiene
podrido es que justamente los técnicos que menos apoyaron a nuestro
cuerpo técnico son los más beneficiados con el reparto de la suerte
managerzoneana. Así no se puede.
Por todo eso y mucho más la
decisión está tomada. Voy a continuar con La Roja hasta donde llegue en
un Mundial al que costó mucho llegar y donde costará más mantenerse.
Seguiré también a mi equipo a la distancia para no desvirtuar las ligas
que están en curso. Ni siquiera tengo claro qué haré con los jugadores
porque a etas alturas hasta me lata venderlos. Después de muchos años y
con algo de tristeza les puedo asegurar que aquí me bajo. Suerte a
todos!!!