La Columna del Tata

Cada Loco con su Tema


Lo que confesaré a continuación le volará la cabeza a más de alguno. Me tratarán de orate, senil o de quizás qué y ciertamente estarán en su derecho. La cuestión es la siguiente. Esperé hasta último minuto para sentarme a escribir estas líneas porque estaba convencido de que el mundo terminaba el 23 de septiembre. Sucedió durante la semana que está terminando. Por casualidad llegué a un artículo en Google donde enumeraban diversas teorías asegurando que teníamos los minutos contados. Algunas, ciertamente, eran más sensatas que otras pero todas decían tener alguna base.

El inminente choque con la tierra del planeta Nibiru, un descontrolado pulso electromagnético proveniente del CERN, un asteroide, una alineación planetaria única en la historia o -la única que parece seguir vigente- el inicio de la Tercera Guerra Mundial producto del conflicto entre Corea del Norte y Estados Unidos. La cosa era que, en esas circunstancias, decidí sentarme a reflexionar sobre mi vida y reposar mirando el horizonte en vez redactar algo que nadie podría leer. Al menos eso imaginé por unas horas.

Junto a una copa de vino repasé mi existencia. Recordé mi infancia, el colegio, la adolescencia, la universidad, el nacimiento de mi hijo, mis éxitos y fracasos. Ni MZ quedó al margen, recordé mis inicios y reí un rato evaluando mi paso por el vicio que me cuesta tanto dejar. Toda una película pasó ante mis ojos, imágenes amarillentas, otras llenas de colores y más de alguna opaca y borrosa. Todo, absolutamente todo pasó por mi mente cual película.

Pero no sucedió, ya me anduvo quedando claro. Desperté el domingo sin mayor novedad y tras un suspiro recordé que todo seguía su curso, que la vida continuaba sin remedio, que el lunes volvería a trabajar, que el fin de mes se acerca y las deudas acechan y, por cierto, que debía entregar mi columna. Bueno, tampoco es que haya estado muy seguro sobre el fin del mundo, pero algo extraño detuvo mis actos y me permitió regalarme una tarde reflexiva que no olvidaré. Puede, en todo caso, que programe un nuevo Apocalipsis cada cierto tiempo para flojear un rato en busca de paz. Tampoco es tan mal ejercicio. Después de todo lo más probable es que cuando al planeta le de por desaparecer o, más probable, hacernos desaparecer, nadie será capaz de avisarme... Cada loco con su tema!!!




1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20