Lejos del mundo real e inmersos en un mundo de fantasía.
En este universo virtual hay también botineras.
Chiques que viven del garrón y las dádivas, del escándalo y el engaño.
No pueden obtener un beneficio por mérito propio, sino por adherirse a algo, parasitar o sacar provecho de alguna situación.
Cuidemos a nuestros jugadores de este flagelo.
Encomiendenlos a San Bola.