La maldición de Tut-anj-Amón, el faraón imagen viva del dios Aton, más conocido por Tutankamon ha regresado... un "déjà vu" que dirían nuestros vecinos franceses, una sensación rara en tu cuerpo, una sensación de volver a vivir una experiencia de la que hemos sido testigos o que hemos vivido como protagonistas.
Una vuelta atrás incompresible, una gracia del destino a la que nunca estamos preparados, un ya visto o vivido... la maldición de Tutankamon vuelve a nuestros banquillos. Espero que no suceda en el Manager Zone nunca...
Esta pasada semana en dos lugares tan diferentes como España e Inglaterra; tan diferentes en lo cultural, en sus tradiciones, en casi todo... pero ha sucedido. Esa pesadilla que se repite unas veces en pocos días o meses, y en cambio en otras se hace esperar. No era martes y trece, pero sí domingo 13 de mayo y volvió a ocurrir.
Las caras llorosas de los aficionados reflejaban ese sentimiento de impotencia, de incredulidad en los ojos; esos rostros desencajados, con rabia contenida, miradas perdidas en el césped. Rostros y caras sin nombre, pero todas ellas recordaban lo mismo que hemos vivido el año anterior...
Las aficiones de Villareal o del Sporting, me recordaron lo sucedido justo un año antes con los aficionados del Deportivo por ejemplo. La misma sensación, la misma pregunta en el aire... ¿Por qué ha tenido que pasarnos a nosotros?
Y como denominador común esa cara triste, sin apenas pelo, refugiado en el fondo del banquillo, ese Miguel Angel Lotina Oruechebarría, ese entrenador apodado por su colega de banquillos Bernd Schuster como Alatriste, aunque tambien conocido por el acrónimo de sus iniciales como M.A.L.O. - no confundir con otro colega de banquillo llamado JuanMA LILLO - lo había vuelto a hacer.
Cinco descensos de categoría, con cinco equipos diferentes. Por segunda vez lograba el hito de hacer perder la categoría a un equipo que había disputado la Liga de Campeones, el primero fue el Celta de Vigo, y la primera vez que desciende a la vez a dos equipos, Villareal y Villareal B. Su lista de descendidos además del Celta y del Villareal, la completan el Deportivo, la Real Sociedad y el Logroñés.
Sería un record casi tan grande como el logrado por Messi marcando 50 goles en Liga, pero su particular Cristiano Ronaldo, su alter-ego en esta pugna es Javier Clemente, el técnico de Barakaldo.
Javier Clemente "sólo" ha podido descender a cuatro equipos. Sporting, Tenerife, Murcia y Valladolid. El Español, el Atleti o la Real Sociedad se salvaron, cuando él fue su entrenador a falta de pocas jornadas para acabar la liga o en la última en alguno de esos casos, de la particular maldición del Faraón o también llamado "descenso a los infiernos".
Pero además Clemente tiene el triste record, porque no podían descender, de dejar sin clasificarse en la Eurocopa o en la Copa de Africa a las selecciones de Serbia y de Camerún respectivamente... entre estas dos joyas nueve, sí amigos, 9 equipos descendidos. ¿Quién da más con tan poco?
En España no necesitamos un Howard Carter, descubridor de los secretos del Faraón egipcio, porque ya tenemos a nuestros particulares "malditos nacionales". Esos dos como antaño sucedía con nuestros recordados Esteso y Pajares, pero en versión entrenador de fútbol pero igual de casposos... Lotina versus Clemente y viceversa.
¡Pa' vernos matao!
Incluso las redes sociales se hacen eco de la nueva película protagonizada por ambos entrenadores y dirigida por el conocido James Cameron... experto también en otros descensos... bueno a la fosa de las Marianas...
Muchos aficionados del Deportivo, viendo las imágenes del Madrigal, recuerdan la misma escena ocurrida un año antes en Riazor. Las mismas caras, las mismas dudas, las mismas lágrimas derramadas por sus colores. Tristeza, cabreos... y Lotina siempre presente. Un simil lo haría, sin duda, con otro título de una película bastante conocida... "Soy Leyenda"... y tanto Lotina como Clemente, lo son.
Y yo me pregunto varias cuestiones... muchas sin respuesta.
¿Estos equipos conociendo a este par de entrenadores no se lo pensaron dos veces? ¿No había otro entrador libre? ¿Eran los más baratos? ¿Son gafes deportivamente hablando Lotina y Clemente? ¿Es que no tienen ni p. idea de fútbol? ¿Hay cosas raras en el fútbol español? ¿Era fuera de juego el gol de Tamudo y el árbitro se equivocó?
Esta vuelta al pasado, éste déjà vu, también vivió su otro episodio en Inglaterra. Como se escribía en el siglo XVIII en la novela titulada "Las amistades Peligrosas"... " La venganza se sirve en plato frío " y es muy cierto.
Nuestro protagonista, Sir Alex Ferguson. Este escocés sempiterno, entrenador del todopoderoso club llamado Manchester United. Trece años, trece años han pasado desde aquel 26 de mayo de 1999.
Lugar: Estadio del Camp Nou de Barcelona...
Ganaba el Bayern por 1-0 al Manchester en la final de la Champions de manera más que justa por lo visto hasta ese momento (ocasiones por el bando alemán, postes, el portero... todo vale). Minuto 91 empate de Teddy Sheringham de corner... y un minuto después, con Schmeichel, el portero del equipo de los Reds Devils, convertido en un delantero más... un joven danés llamado Solskjaer hacía el gol, también tras un saque de esquina, que le daba el triunfo a los pupilos de Ferguson por segunda vez en su historia, ante los ojos de medio mundo que lo veía a través de la televisión y del italiano Pierluigi Colina, para mí el mejor árbitro de fútbol que he visto hasta la fecha, testigos directos de lo acaecido sobre el verde césped de Barcelona.
[Video Resumen de la Final de Champions de 1999... una pasada, en apenas dos minutos]
... pero la venganza se sirve en plato frío...
Trece años después, en el cercano y rebautizado Etihad Stadium de sus vecinos de Manchester. Los goles primero de Dzeko y luego de Sergio "Kun" Agüero, ambos en el descuento del partido, les arrancaron de sus manos una Liga, una Premier, que casi tocaron, que casi tuvieron los del United durante unos minutos. Un sueño para el Manchester City, una pesadilla para el Manchester United. Las caras de felicidad se transformaron en rabia, en lágrimas...
¡Para que alguno diga que el Fútbol es aburrido! Ni el guión más enrevesado de cualquiera de las películas de Alfred Hitchcock podría deparar un final así. Ni tampoco en "Juego de Tronos"...y sin tanta sangre por cierto...
Ahora los dos clubes son vecinos y enemigos declarados, pero no siempre ha sido así... En plena Segunda Guerra Mundial, durante los bombardeos nazis, el estadio de Old Trafford fue alcanzado. Los del United pidieron ayuda, bueno caridad, a sus vecinos y amigos del City para poder jugar en el estadio de Maine Road - antiguo nombre cambiado en el 2011 al actual, Etihad Stadium - y así lo hicieron durante algunos años para regresar al viejo Old Trafford cuando terminaron las obras de acondicionamiento. Vecinos, amigos en el pasado... y ahora enemigos irreconciliables. ¡Cómo hemos cambiado señores de Manchester!
Como alguno recordará, en la película protagonizada por Paul Newman y Tom Cruise... llamada "El color del dinero". Y en el City hay mucho dinero... como vulgarmente diríamos en España... "poderoso caballero es Don Dinero"... ¡y que se note!
Y me gustaría ver la cara de más de uno, si las mentes pensantes del Manager Zone - que espero que no me lean - se les pasase por la cabeza castigarnos con dejar de entrenar a nuestros equipos de Fútbol o de Hockey si descendemos, contratando a otro manager más capaz, incluso a otro usuario que pidiera nuestro puesto. ¿Demasiadas emociones quizás? ¿Entraría en otra dimensión el juego? ¿Sería suficiente reto añadido?
No sé si gustaría más el juego... hacer un equipo, entrenamientos, fichajes y en una mala temporada... ¡a la calle! ...casi como la vida real, así de triste y malagradecida. Y al año siguiente, esperar que alguien nos escoja para llevar los designios de su club, estar en sus manos y depender de los resultados o de la gestión económica. La vida del entrenador siempre con las maletas preparadas en el quicio de la puerta.
Es mucho más fácil mandar a la calle a un entrenador que a 25 jugadores. Ellos son intocables, son los dioses con pies de barro; mientras que los entrenadores pasan sin más. Los jugadores son los actores y protagonistas indiscutibles, ellos no se equivocan, ellos no fallan en los momentos decisivos, ellos no cometen errores, ellos no tiran los penaltys fuera, ellos no se equivocan en el marcaje de la estrella del equipo rival, ellos no se auto-expulsan... el único que se equivoca es el entrenador... el único culpable de todo.
Entonces el Manager Zone iba a ser muy peligroso... más incluso que este perrillo guardián con cara de bueno... mientras no cierre la boca, claro está...
[ "Cuidado con el Perro" ; "Ojo con el perro"... como ha cambiado el cuento!!!]
